domingo, 20 de septiembre de 2020

“Los engañadores:”

 

“Los engañadores:”



Desde que la humanidad existe se conocen dos lados el bueno y el malo. Han pasado los siglos y ese concepto de la luz y la sombra aún existe, encontrándose en todas las religiones. Hace mucho tiempo, ante los habitantes de Xibalbá un día se presentaron dos pobres de rostro avejentado y miserable aspecto, vestidos de harapos. Así fueron vistos por los de Xibalbá.

Y poco era lo que hacían. Sólo se ocupaban en bailar la danza del Puhuy lechuza, la de la Cuz comadreja y la del Iboy armadillo.

Además, obraban prodigios. Quemaban las casas como si en verdad ardieran y al punto las volvían a su estado original.

Muchos los admiraban, por su rareza, a veces se peleaban, se mataban unos a otros y al rato resucitaban.  Llegaron enseguida esas noticias a oídos de Huancané y de VacubCamé, los señores de la misión infernal. Y enviaron a sus mensajeros a que los llamaran, con halagos.

¿No estáis viendo que no somos sino unos pobres bailarines? —Dijeron ellos, disculpándose para no acudir a presencia de los señores—. ¿Qué les diremos a nuestros compañeros de pobreza que han venido con nosotros y desean ver nuestros bailes y divertirse con ellos? ¿Por ventura podríamos hacer lo mismo con los señores? Así, no queremos ir, mensajeros —dijeron Hunahpú e Xbalanqué.

No tengáis miedo —les fue dicho— ¡Bailad! Hacer primero la parte en que os matáis; quemad nuestra casa, haced todo lo que sabéis. Y os daremos recompensa, pobre gente —les dijeron. Entonces principiaron sus cantos y bailes.

Allí se dieron cuenta de que todo era un engaño y que supuestamente esas cosas raras que ellos hacían no era verdad, solo era una actuación.

 

“Los descendientes del Sol:”

 

“Los descendientes del Sol:”






En la riquísima región de Darién vivieron, desde los más remotos tiempos, los indios cunas. Ellos tuvieron como ascendiente al mismo Sol. Y sus tierras son las más hermosas que jamás se hayan contemplado. Los dioses les dieron montañas en cuyo seno está guardado el oro, lagunas encantadas, ríos de profundas corrientes, selvas pobladas por los más hermosos árboles y los más vistosos animales.

En un tiempo, del que ya no va quedando ni la memoria, el hechicero de la tribu, el nele, era un hombre bueno y sabio, de costumbres sanas y vida generosa, por lo que fue amado especialmente por el dios Sol.

El dios del Sol decidió darle un a este hombre que le gustara. Un día, a la hora del sacrificio acostumbrado, se presentó al nele y le ordenó que eligiera algo, que le concedería lo que él quisiera.  El hechicero no quiso aceptar y no pidió nada. El dios feliz por su humildad le pidió que el deseara algo, y este le pidió un tiempo para pensarlo bien, ya no quería pedir solo para él, él quería algo que los beneficiara a todos pero le era muy difícil encontrar un don que hiciera felices igual a todos. Él había soñado tener como cacique de su tribu a un hijo del dios. Al Sol le pareció una cosa grande lo que le pedía, pero accedería si todos estaban de acuerdo en la tribu con el deseo del nele. El ofrecimiento era demasiado hermoso para haberlo deseado ellos antes. Durante tres días, la tribu entera se entregó a elevar preces a los dioses y a ofrecer sacrificios. Al amanecer del último día, los rayos del Sol se esparcieron por el cielo azul, como una gran corona de oro. Se abrió el cielo y apareció en medio de la luz un niño maravilloso, de cabellos rubios y ojos claros, con la tez de nácar, que le daba la mano a una pequeña muy hermosa. Los llevaron a un palacio de oro que les tenían preparado, y toda la tribu se desvivió por llevarles cuanto podía contribuir a su comodidad y su bienestar sobre la Tierra. Fueron felices algún tiempo, pero después de pocos años, la joven pareja se olvidó de su amor y de su origen divino. El dios Sol expresó su cólera ante semejante conducta de sus hijos. Desde entonces, los hijos del Sol vivieron como todos los demás.

“La casa encantada:”

 

“La casa encantada:”




Un rico Brahman se quería construir un lujoso y hermoso palacio en su pueblo. Cuando su construcción termino de inmediato se mudó allí con todos sus sirvientes. En su primera noche, en su habitación al acostarse escuchó una extraña voz que decía:

-“Puedo bajar”

El asombrado se sentó en su cama y miró a todos sus alrededores, pero no observó a nadie. Con mucho miedo y tembloroso salió de la habitación. Luego en el pueblo se rumoreaba que en esa casa se encontraba un demonio, muchos iban a verla, pero nadie tenía el valor necesario para cruzar el umbral. 

Un día un pobre que vivía con su familia al aire libre, fue a pedirle esa casa como refugio para su familia:

“Noble señor, yo soy muy pobre y no tengo con qué alimentar a mis hijos ni dónde albergarlos para evitar la lluvia y los rigores del invierno. Sé que tu casa nueva está deshabitada y que nadie se atreve a entrar en ella. Déjame pasar el invierno con mi familia en esa casa.”

El rico aceptó su oferta. El pobre se acostó en su nueva habitación y de repente escuchó la misma voz y él le dijo con valentía -baja, baja, y de repente cayeron monedas del techo.

Mientras el pobre veía monedas de oro el rico solo podía ver escorpiones cayendo del techo.

 

 

 

 

 


“Midas:”

 

“Midas:”


Los sátiros y las bacantes iban con el dios Baco; pero Isleño no había podido seguirle: algunos labradores lo encontraron ebrio y titubeando y le condujeron ante Midas, instruido por Orfeo y Eumolpo en los misterios de Baco. Este príncipe lo recibió magníficamente y lo retuvo durante diez días, que fueron empleados en jolgorios y festines. Al onceno día partieron para Ladia, donde este mismo rey entregó a Baco su huésped. Encantado este dios de volver a ver a Isleño, ordenó al rey de Frigia le pidiera todo lo que deseaba. Midas, sin medir lo peligroso de su petición, le rogó que todo cuanto él tocara se convirtiese en oro.

Baco le cumplió su deseo y todo lo que tocaba se convertiría en oro, Midas se marchó muy alegre y en el camino cada cosa que tocaba se convertía en oro.

Al lavarse las manos, el agua que caía tomó color que hubiera podido engañar a Danaé. Encantado de virtud tan extraordinaria, se entregó a los transportes de su alegría. Cuando fue a la mesa quiso tomar el pan, se le convirtió en oro. Lo mismo le sucedió con todas las demás viandas y el vino. Sorprendido por este detalle, con el que no contó, rico y pobre a la vez, detestó una opulencia tan funesta y se arrepintió de haberla deseado. En medio de tanta abundancia no podía satisfacer su hambre ni aplacar la sed que le devoraba.

“Padre Baco —imploraba—, reconozco mi falta; perdonadme y libradme de un estado que no es bueno, sino en la apariencia.” Baco, dulce y bienhechor, le concedió de nuevo su petición: “Vete y lava las manos en el río que corre cerca de la ciudad de Sardes, introdúcete en sus aguas para purificarte del pecado cometido.” Midas obedeció, y al perder él la virtud de convertir en oro todo lo que tocaba, se la transmitió a Pactolo, que tiempo después arrastraba arenas de oro. Como ese río se desborda con frecuencia e inunda las campiñas, se encuentra en ellas las venas de oro que él deja.

 

“El toro de Creta:”

 

“El toro de Creta:”

El rey Mino de Creta prometió ofrecer sacrificios a Neptuno, al dominante domador de los mares. Para eso hizo venir Creta, a los bueyes más altos y fuertes del mundo, pero ninguno le parecía digno de Dios. Entonces el rey fue a arrodillarse en el templo de Neptuno y dijo:

—“Yo te juro espléndido Numen de los abismos marinos, que te ofreceré al animal que hagas surgir de las espumas de tus ondas misteriosas. “

Neptuno aceptó y del mar hizo salir a un robusto toro, este era tan bello que al verlo dudaron sobre su sacrificio. Por ello Indignado ante tanta deslealtad, Neptuno inspiró entonces al toro surgido de las ondas, una indomable ferocidad.

Esta bestia fue el terror del país, debido a su tamaño  y ferocidad. Euristeo, rey de Tirinto, encargó entonces a Hércules que fuese a Creta, no para matar al toro, lo que acaso para el héroe hubiese sido más sencillo, sino para apoderarse de él y traerlo sano y salvo al palacio real. Hércules, cuando vio al toro furioso, lo afrontó con impulso formidable, lo agarró por los cuernos y lo obligó con el rigor de sus brazos a doblar la cerviz ante él. Después, envolviéndole como un manso corderillo en una gran red, se lo cargó sobre los fuertes hombros, y con aquel dulce peso, cruzó tierras desoladas, atravesó los mares y llegó sano y salvo al palacio de Euristeo.

 

 

 

lunes, 14 de septiembre de 2020

“El libro presumido:

 

“El libro presumido:”



Encontrándose dos libros en una biblioteca que se iba a abrir próximamente, decía el uno al otro:

El libro presumido le dijo al otro libro que como era posible que estuviera en esta biblioteca, si él era muy feo, si él no tenía una caratula tan linda como  la de él, si en su exterior no se encontraban dibujos tan bellos como en el de él, si el libro feo no tenía plasmado oro, ni era forrado con  cuero. Ya llegada la hora de abrirse la biblioteca todos fueron hacia el libro feo y este le dijo al libro presumido:

-Bien es cierto que eres más bonito que yo, sin embargo, yo soy más leído pues mis páginas contienen más esencia que las tuyas.

Esta historia nos enseña que no siempre lo que nos muestra por fuera por muy lindo que sea va a ser así de lindo por dentro.

“No todo lo que reluce por fuera, reluce también por dentro.”

 

“El águila y el cuervo:”

 

 

“El águila y el cuervo:”



Era un águila muy presumida, con gran ego y soberbia, que se creía mejor que todos por valor y su plumaje. Un día decidió hacer su nido en la montaña más alta que allí se encontraba: “de todas las aves que han creado yo soy la que más poder tiene, todos me respetan y me temen”.  Mientras el águila decía estas palabras por allí pasaba un cuervo y le dijo: “No todo lo que luce hermoso es una joya, hay piedras que sin ser bellas, bien talladas tienen más valor que tú, e inspiran respeto y tú sin saber has vivido todo el tiempo en ella”.

“Ve: todo a tu alrededor luce pequeño, mas no es tu poder lo que lo domina sino el de la montaña”. El águila cansada de escuchar lo que le decía el cuervo le respondió: “Es la envidia la que te hace hablar así, porque tú no tienes ni el plumaje que yo tengo ni el valor que represento”.

Un día llego una gran tormenta y el cuervo avisó a todos los animalitos para que se refugiaran en una cueva, lo cual esta los iba a proteger de la tormenta,

La tormenta empeoraba cada vez más, pero gracias a dios los animalitos estaban a salvo en la cueva. De pronto las montañas se venían desbarrancando de peñasco en peñasco. El águila aterrorizada respondió: “No puedo, mis plumas están mojadas y no puedo extenderlas”. Al águila no le quedó más remedio que seguir los consejos del cuervo. No había avanzado mucho cuando se escuchó un ruido que hizo temblar parte de la tierra sin más, como si la montaña estuviera esperando que el águila la desalojara, se vino abajo.

 

 

 

 

“Otros mundos:”

 

“Otros mundos:”




Algunas cosas con el tiempo cambian, otras no.  Se dice que durante muchos años tuvo esa morada una vivienda desocupada porque nadie la quería alquilar, ya que en esta había una marca muy rara y espeluznante mano de seis dedos de color roja que causaba pavor a todas las personas que la observaban.

Todos los que se llegaron alquilar en esa morada intentaron de muchas maneras tapar esa terrorífica marca. Algunos le pasaban muy duro con agua y jabón, pero al rato de irse la humedad la mancha volvía. Otros pintaban la pared, pero por más capas que le pusieran esta regresaba. Un día uno puso un cuadro de el sobre la pared, pero al regresar a verlo la mano se encontraba sobre aquel marco; y otro que se creyó más listo y le puso enfrente un ropero, a toda hora escuchaba como si alguien golpeara la madera del mueble. Muchos pensaron que aquello era cosa del diablo, por esta razón llamaron a un sacerdote, pero no tuvieron resultado. Un día llegó un anciano muy tembloroso y casi sin fuerza entró a ver la casa en la que había nacido, al ver aquella mano de seis deditos sus ojos se iluminaron y se puso más tembloroso, coloco su mano sobre la que se encontraba en la pared y dijo: Sí soy yo, hemos cumplido hermanito, ya podemos irnos..., luego la huella desapareció y el señor cayó al suelo y falleció.

El hermano que falleció después de haber visto la huella, llegó a tener hijos, nietos y bisnietos.

Y se repitió la historia, él tuvo dos bisnietos que eran gemelos y a sus once años eran idénticos. A ellos le hicieron la misma pregunta ¿Cuándo sean adultos seguirán juntos a pesar de todo?

“El león y la Liebre:”

 

“El león y la Liebre:”



Esta historia está basada en un gran y hambriento león y una humilde e inocente liebre. Este león a diario se alimentaba a través de los ingenuos animales del bosque. Un día una zorra muy sabia y pensadora les comentó sobre un plan a los demás animales, que trataba sobre proponerle al león de que solo se comiera un animal por día, ya que si no hacía eso todos los animales del bosque iban a eclipsar.

El león aceptó su propuesta con la condición de que su alimento fuera hasta a él.

Un día, la suerte recayó en la liebre, que emprendió el camino hacia la guarida del animal, al que debía de servirle de alimento, mientras iba de camino hacia el león pensaba en que iba ir directo a la muerte, ya que sabía que era su ultimo día, decidió retrasarse y entretenerse, y por esta razón llegó tarde a su destino.

Cuando llegó a donde el león, él ya furioso le preguntó en donde estaba y por qué se había retrasado.

La liebre  con cara de inocente le dijo que era un león que intento comérselo por el camino, que la culpa no era suya. El león muy bravo le dijo que lo llevara hacia el otro león, y la liebre muy astuta la llevó hacia un pozo muy hondo, lo cual el león vio su propio reflejo en el agua y se tiró para luchar con el supuesto león y este poderoso león murió ahogado.

domingo, 6 de septiembre de 2020

“La paloma, el cuervo y el cazador:”

 

   “La paloma, el cuervo y el cazador:”

Si te juntas con malas personas, malas cosas te traerán para nuestras vidas.

Esta historia está basada en una paloma y un cuervo. Esta paloma se juntaba mucho con este cuervo, lo cual  este animal tiene mañas muy diferentes a las palomas.

Esta paloma robaba en cualquier sementera, pero un día los labradores decidieron hacerle una trampa a la paloma, la paloma por no conocer sus ardides cayó indefensa en la trampa. Los labradores le enseñaron una lección “Siempre tiene mal fin el insensato que con gente perversa se acompaña.”

Si te  juntas con malas personas no sacarás nada bueno de esas amistades.

 

 

 

El perro y el asno

 

             El perro y el asno:”


La ley de la naturaleza es ayudar siempre a los demás y hacer el bien sin importar a quien.

Este era un perro y una asno que iban por el mundo siempre juntos, una vez que su amo se durmió , el perro tenía mucha hambre y le pidió ayuda a el asno, pero el asno fue muy injusto y malo al  no querer  responderle para no desperdiciar ni un minuto para poder alimentarse.

Al rato llegó un nuevo hambriento, y este comenzó a perseguir al asno para comérselo, este con miedo pidió ayuda al canino, pero este decidió jugar con la misma carta y prefirió hacerle esperar  a que su amo se despertara para que él lo ayudara.

viernes, 4 de septiembre de 2020

“La cigarra y la hormiga:”

 

        “La cigarra y la hormiga:”

Esta fábula está basada en un a cigarra y una hormiga. Mientras en el verano la cigarra cantaba y cantaba, la hormiga solo recogía y buscaba provisiones para el invierno.

Esta hormiguita guardo todas esas provisiones parea la  hora en que llegue el invierno.

Ya llegada la estación de invierno la cigarrilla no tenía supervisiones, por esta razón decidió pedirle a la hormiga que le diera un poco de sus alimento, ya que ella tenía suficiente para las dos, aquí fue cuando la hormiga entendió que ella se había ganado su alimento por su propio esfuerzo, mientras que la cigarra prefirió cantar y se holgazana por esta razón se la negó.

 

 

“El molinero, su hijo y el jumento:”

 “El molinero, su hijo y el jumento:”


Esta historia fomenta en nosotros como adolescentes a no siempre escuchar las críticas de las demás personas. Siempre hay que recordar que vale más lo que opinemos de nosotros mismos, que lo que lo que opinen los demás de nuestra persona.

Esta historia cuenta sobre un anciano y un joven. Un día ambos decidieron vender a su jumento en una feria y para que este no se cansara y lo vieran exhausto lo llevaron cargado en los hombros del señor y el adolescente. De camino a la feria, se encontraron con muchas personas y todos esos hombres y mujeres que por allí pasaban se detenían a criticar cada cosa que realizaban con el animalito, ya si cargaban los criticaban, si el burro caminaba también eran criticados, todo su esfuerzo era criticado por esas personas, el anciano comprobó que de todas las maneras serian criticados sin pensar en lo que el anciano y el joven piensen o sientan.

 

 

 

 

 

 

 


Esta historia fomenta en nosotros como adolescentes a no siempre escuchar las críticas de las demás personas. Siempre hay que recordar que vale más lo que opinemos de nosotros mismos, que lo que lo que opinen los demás de nuestra persona.

Esta historia cuenta sobre un anciano y un joven. Un día ambos decidieron vender a su jumento en una feria y para que este no se cansara y lo vieran exhausto lo llevaron cargado en los hombros del señor y el adolescente. De camino a la feria, se encontraron con muchas personas y todos esos hombres y mujeres que por allí pasaban se detenían a criticar cada cosa que realizaban con el animalito, ya si cargaban los criticaban, si el burro caminaba también eran criticados, todo su esfuerzo era criticado por esas personas, el anciano comprobó que de todas las maneras serian criticados sin pensar en lo que el anciano y el joven piensen o sientan.

 

 

 

 

 

 

 

“El perro que deseaba ser un hombre:”

 

“El  perro que deseaba ser un hombre:”

Esta historia nos trae como moraleja que aunque cambiemos nuestro exterior, nuestro interior será siempre el mismo. “Aunque la mona se vista de seda mona se queda.”

Esta historia trata sobre un perro que su mayor sueño e ilusión era ser como un hombre. Él trabajaba a diario para poder llegar a su objetivo o meta. Él ya se había acostumbrado a caminar en dos patas como los humanos y se vestía como si fuera un hombre de verdad, lo único que lo diferenciaba de ser uno como nosotros era su interior, el a pesar de avanzar tanto en su exterior le faltaba lo más importante, dejar de ser perro, cuando sonaban las campanas de una iglesia babeaba, como realizar juegos de perros, es decir pudo cambiar su exterior un poco pero nunca va a dejar de ser el mismo, un perro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“La zorra y el leñador:”

 

       “La zorra y el leñador:”

Este pequeño relato nos muestra como nuestras palabras no valen más que nuestros actos y nuestros gestos, y que estos son los que nos definen como persona.

Esta historia trata sobre una zorra que estaba siendo perseguida por cazadores, entonces se encontró a un señor leñador, ella le pedía a este hombre que la escondiera de los hombres malos  que la estaban buscando, el leñador acepto y la escondió en su casa. Al rato fueron los cazadores y él dijo en voz muy alta de que no había visto ninguna zorra por esa zona, pero con gestos y mímicas señalo donde se encontraba la zorra.

La zorra se fue muy arrepentida y triste de haberle pedido ayuda a este señor, y ahí fue donde comprendió que hay que honrar nuestras palabras con nuestros actos.

 

 

 

 

 

 

“El grillo maestro:”

      “El grillo maestro:”

Esta historia nos demuestra una vez más como hay que agradecer cada día todo lo que tenemos, que por más que no le hallemos  importancia todo tiene su lado positivo y a todo lo nuestro se le puede sacar provecho.

Esta historia está basada en un grillo que era profesor. Un  día mientras impartía su clase a los grillitos, llego el director y comenzó a escuchar la clase, en ese momento el grillo le estaba comentando a sus aprendices  que la voz de un grillo es la voz más hermosa del planeta, a pesar de los pájaros cantar y cantar con toda la fuerza de su garganta nunca su sonido iba a ser tan agradable como el de un grillo, aunque nuestro sonido solo se hecho a través de nuestras

Alas. No importa que no podamos cantar con nuestra garganta, pero tenemos nuestras alas que hacen un sonido muy dulce y bello.